LA SEXUALIDAD DE LA PERSONA CON DISCAPACIDAD NO ES UN ASUNTO PERSONAL, ES UN ASUNTO SOCIAL.

La sexualidad es un hecho que inicia en el mismo momento que el hombre ocupa el planeta por lo tanto es inherente al ser humano, es un impulso vital, esencial para el ajuste de la personalidad y un importante medio de comunicación interpersonal, nace y muere con la persona y abarca la totalidad de esta en sus aspectos tanto biológicos, cognitivos, psicológicos, sexual y emocional. Por lo tanto, no se puede decir que exista alguien que carezca de sexualidad.

Sin embargo, hoy en día escuchamos frases que siguen negando la sexualidad de las personas con discapacidad:

·         Si a mis hijos no les hablo de sexualidad no se meterán en problemas.

·         El conocimiento de lo sexual incita a las personas con discapacidades a tener conductas sexuales inadecuadas e inapropiadas o puede inducirlos a tener o a despertar su sexualidad,

·         Si les hablo de sexualidad podría pervertir su mente que es inocente.

·         para que hablarles de sexo si ellos no entienden de esas cosas y es muy posible que nunca consigan una pareja.

Estas y muchos más pensamientos llevan a que las personas con discapacidad carezcan de educación sexual desde temprana edad, lo cual se debe a Mitos y desconocimiento sobre su sexualidad, pensar que la persona con discapacidad solo requiere una atención centrada a la psicomotricidad, lectoescritura, pensamiento lógico, lenguaje y actividades básicas cotidianas, y/o conflictos familiares en relación a la aceptación de la condición de su hijo con discapacidad.

Si tenemos presente que la sexualidad es inherente a todo ser humano y ninguna persona puede suprimir o impedir que las personas con discapacidad sean seres sexuales, encontramos que la poca o ninguna educación que la familia, escuela y sociedad brindan debido a las razones anteriormente expuestas, pueden traen consecuencias en la cual se verán afectados tanto la persona con discapacidad, como todo el entorno que rodea a este individuo.
Entre ellas encontramos que las personas con discapacidad: si quieren explorar su cuerpo o tener un novio(a) sienta angustia, tenga sentimientos de culpa por su sexualidad y por ende no disfruten sus relaciones e interacciones interpersonales, muestren afecto indiscriminadamente e Impulsivamente, tengan un pobre desarrollo de las relaciones afectivo-sexual, les cueste mucho expresar, explicar y verbalizar sentimientos, pensamientos y experiencias, y peor aún, tendencia a mostrar su cuerpo o manipulaciones del mismo en cualquier lugar y situación, tengan mayor vulnerabilidad al abuso sexual, engaños o manipulaciones de realizar prácticas sexuales, queden en embarazo o adquieran alguna enfermedad de trasmisión sexual.